Herrera revalida en CyL a lo grande
El escenario elegido, el Centro Cultural Miguel Delibes de la ciudad del Pisuerga, ya auguraba que sería un Congreso regional por todo lo alto. El último Congreso regional de Castilla y León, pues, como anunciaba León de la Riva, el próximo ya será Congreso autonómico.De hecho fue el alcalde el que encendió la mecha y lo hizo en su línea, sin reparar en la modestia y provocando continuamente al rival político a nivel local. Mañueco y Carriedo siguieron al vallisoletano, pero sin encandilar al personal.
Pasado el mediodía tomaba la palabra María Dolores de Cospedal, quien inició su discurso un tanto insegura y titubeante para, después, ir asentándose tras el atril y acabar dando la imagen que de ella se esperaba. Además aprovechó a desvelarnos que su apellido procede de un pequeño pueblo de la zona de Babia, adonde cree que han ido a refugiarse los ministros actuales. Tras ella llegó el recital de ponencias, con sus correspondiente enmiendas, cargando de contenido político el acto. Después Juan Vicente Herrera presentó su programa y su equipo entre aplausos continuos.
La tarde se presentaba más emocionante por las intervenciones esperadas. El público respondió con un lleno hasta la bandera y al escenario se subieron, incluso, el Presidente de la Casa de Castilla y León en Argentina, así como un representante de la comunidad búlgara en esta región. De hecho, fue el búlgaro quien recibió un sonoro aplauso, no sólo por su cierto desparpajo, sino por su firme creencia en el Partido Popular y sus ganas de pertenencia al mismo.
Soraya Sáenz de Santamaría defraudó bastante, a tenor de las opiniones recogidas allí mismo. Su discurso, como de compañero de clase o colega aventajado que decide darte un par de consejos, no caló y los ánimos se vinieron un poco abajo. Así como el otro día alababa su intervención en el Congreso de NNGG del País Vasco, donde se "enfrentaba" a un reducido auditorio de poco más de 200 personas, hoy debo afirmar que le falta fuerza de cara a un mitin y a un público adulto.
Ana Mato, demasiado preocupada por la cuestión del tiempo, se precipitó con un "Valladolid está muy más bonito" que dejó de piedra a los espectadores, los cuales suficiente tenían con alcanzar a entender las rápidas frases de la madrileña. También habló el Presidente del PP en Valladolid, Tomás Villanueva, siempre con discursos breves. Pero antes de ellos se pronunció el, para mí, mejor discurso de cuantos se pudieron oír ayer. Se trataba del comunicado de NNGG que recayó en su presidente, Alfonso García Vicente, quien encandiló al auditorio, siendo interrumpido cada minuto y medio por una batería de aplausos. Aplausos buscados por él pero nada artificiales e inmerecidos como ocurre en otros casos. Habiendo dejado tan alto el listón, es normal que lo que dijeran después Ana Mato y los siguientes supiera a poco.
Y llegaron las 2 últimas intervenciones. Primero fue el turno del reelegido Presidente del Partido Popular de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, con el abrumador apoyo del 98,10% de los compromisarios. Sólo 15 votos en blanco de entre más de 1000 votos. Sin duda un éxito. Y el burgalés, como no podía ser de otra forma, ofreció un largo y extenuante discurso. Aunque ya avisó que empezaría con "un extenso capítulo de agradecimientos". Cuando abandonó el atril dejó paso a Mariano Rajoy, probablemente lo más esperado del día.
Rajoy, perfecto en el control del tiempo, comenzó con ironía y sorna. Dejó el escandaloso tema del G7, G8 y G20 para el final, aunque, por si acaso ,lo iba recordando de tanto en tanto. Habló de la lealtad que debe tener hacia el Gobierno pero interpeló a su público a responder si las frivolidades en política exterior se pagan o no. Contundente fue al afirmar que "España es una gran nación con el peor Gobierno" y al recordar que la prestación por desempleo es un derecho de los trabajadores que el PSOE se apunta como éxito en política social. Se oyeron muchas cosas, como que se prometía pleno empleo y tenemos el doble de tasa de paro que en el resto de países europeos con los que intenta compararnos Zapatero o como que el PSOE gobierna pensando en el momento (aprueba un Estatut que después incumple, por ejemplo). Hasta se permitió el lujo de decir "da gusto poder decir lo que uno piensa", algo que pasó bastante desapercibido entre los asistentes al Congreso.
Pasado el mediodía tomaba la palabra María Dolores de Cospedal, quien inició su discurso un tanto insegura y titubeante para, después, ir asentándose tras el atril y acabar dando la imagen que de ella se esperaba. Además aprovechó a desvelarnos que su apellido procede de un pequeño pueblo de la zona de Babia, adonde cree que han ido a refugiarse los ministros actuales. Tras ella llegó el recital de ponencias, con sus correspondiente enmiendas, cargando de contenido político el acto. Después Juan Vicente Herrera presentó su programa y su equipo entre aplausos continuos.
La tarde se presentaba más emocionante por las intervenciones esperadas. El público respondió con un lleno hasta la bandera y al escenario se subieron, incluso, el Presidente de la Casa de Castilla y León en Argentina, así como un representante de la comunidad búlgara en esta región. De hecho, fue el búlgaro quien recibió un sonoro aplauso, no sólo por su cierto desparpajo, sino por su firme creencia en el Partido Popular y sus ganas de pertenencia al mismo.
Soraya Sáenz de Santamaría defraudó bastante, a tenor de las opiniones recogidas allí mismo. Su discurso, como de compañero de clase o colega aventajado que decide darte un par de consejos, no caló y los ánimos se vinieron un poco abajo. Así como el otro día alababa su intervención en el Congreso de NNGG del País Vasco, donde se "enfrentaba" a un reducido auditorio de poco más de 200 personas, hoy debo afirmar que le falta fuerza de cara a un mitin y a un público adulto.
Ana Mato, demasiado preocupada por la cuestión del tiempo, se precipitó con un "Valladolid está muy más bonito" que dejó de piedra a los espectadores, los cuales suficiente tenían con alcanzar a entender las rápidas frases de la madrileña. También habló el Presidente del PP en Valladolid, Tomás Villanueva, siempre con discursos breves. Pero antes de ellos se pronunció el, para mí, mejor discurso de cuantos se pudieron oír ayer. Se trataba del comunicado de NNGG que recayó en su presidente, Alfonso García Vicente, quien encandiló al auditorio, siendo interrumpido cada minuto y medio por una batería de aplausos. Aplausos buscados por él pero nada artificiales e inmerecidos como ocurre en otros casos. Habiendo dejado tan alto el listón, es normal que lo que dijeran después Ana Mato y los siguientes supiera a poco.
Y llegaron las 2 últimas intervenciones. Primero fue el turno del reelegido Presidente del Partido Popular de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, con el abrumador apoyo del 98,10% de los compromisarios. Sólo 15 votos en blanco de entre más de 1000 votos. Sin duda un éxito. Y el burgalés, como no podía ser de otra forma, ofreció un largo y extenuante discurso. Aunque ya avisó que empezaría con "un extenso capítulo de agradecimientos". Cuando abandonó el atril dejó paso a Mariano Rajoy, probablemente lo más esperado del día.
Rajoy, perfecto en el control del tiempo, comenzó con ironía y sorna. Dejó el escandaloso tema del G7, G8 y G20 para el final, aunque, por si acaso ,lo iba recordando de tanto en tanto. Habló de la lealtad que debe tener hacia el Gobierno pero interpeló a su público a responder si las frivolidades en política exterior se pagan o no. Contundente fue al afirmar que "España es una gran nación con el peor Gobierno" y al recordar que la prestación por desempleo es un derecho de los trabajadores que el PSOE se apunta como éxito en política social. Se oyeron muchas cosas, como que se prometía pleno empleo y tenemos el doble de tasa de paro que en el resto de países europeos con los que intenta compararnos Zapatero o como que el PSOE gobierna pensando en el momento (aprueba un Estatut que después incumple, por ejemplo). Hasta se permitió el lujo de decir "da gusto poder decir lo que uno piensa", algo que pasó bastante desapercibido entre los asistentes al Congreso.
Soraya parece querer calentar al público cuando habla. BIen bajito, con voz melosa y un gesto forzado. Fue una desilusión, la verdad.
Por no decir que fué una metedura de pata. ¿A quien se le ocurre hablar de gente que "vuelve a Castilla a rascar bola" minutos después de que Herrera diga que reincorpora a Acebes en su equipo?
¡Venga ya, hombre!
Fonseca
Es cierto, se me había pasado esa frase, pero es que me estaba aburriendo un poco y como no tenía nada para apuntar....pues se me fue.
Ramón, no hace falta preguntarte si estuviste ahí presente: un poco más, y nos cuentas la marca del café del bar (es broma, jajajaja).
Muy bien escrita la crónica, gracias: a nivel nacional apenas se ha dado importancia a este congreso, no había el morbo que en el del PP de Cataluña o de Baleares.
Sí, es cierto. A nivel nacional ha pasado desapercibido. Como dices no había apenas morbo.
Y como estuve todo el día decidí escribir sobre ello. Por cierto, el café me dijeron que era Saimaza. Yo de café no entiendo porque no lo tomo, pero un amigo mío me lo dijo. ¡Qué casualidad!
Muy buena y completa crónica. Seguramente, como dice Fernando, no ha tenido la misma repercusión que otros... al menos, y ya que se nombra a Baleares, no pasasteis por la vergüenza de un líder tan irrespetuoso como Estarás que da su discruso en catalán en presencia de cargos del partido, como Cospedal, que ni conocen ni tienen por qué conocer el idioma... En cuanto a Alfonso, un crack.
Saludos¡¡
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