Nos quedamos sin energía ni petróleo
Hace no mucho surgió una guerra estúpida que acabó con Endesa en manos del Estado italiano, entiendo que Enel está ampliamente participada por el Gobierno de Berlusconi. Hablando claro, el Gobierno de Zapatero decidió regalar Endesa a Cataluña, convirtiendo a Aguas de Barcelona en algo que no conseguiría sin intervencionismo estatal. Todo degeneró en una guerra empresario-política y el país empezó a temblar cuando, por culpa de levantar la liebre, vinieron los teutones E.on con intención de pescar en las revueltas aguas del panorama energético nacional.
Tras la estoica defensa de Manuel Pizarro, siempre en favor de sus accionistas (pero no obviemos que también era lo mejor para preservar Endesa como empresa nuestra) y el cruce de acusaciones de rigor, el Gobierno creyó encontrar la solución con la entrada en el capital de Endesa por parte de la italiana Enel (lo cual conlleva que en cierto modo Italia controla nuestros recursos) junto a Acciona. Ahora se ve que tal solución no fue la mejor, pues Enel quiere escindirse de Acciona en esta aventura y sopesa comprar su participación, lo que convertiría a Endesa en empresa italiana. Se evitó que fuera alemana, pero lo cierto es que dejará de ser española.
Pero el asunto no acaba aquí, pues la "damnificada" del asunto, Aguas de Barcelona, ha encontrado la forma de entrar en el mercado energético con la compra de Unión Fenosa; todo gracias a la conexión Florentino Pérez - La Caixa. Así Cataluña logra finalmente controlar otro recurso energético más, a sumar al agua y al petróleo de Repsol (también con La Caixa como principal accionista). Y precisamente del oro negro debemos seguir hablando, pues Cepsa apura sus días con más de un tercio de capital español. En lugar del Santander y Unión Fenosa parece que aterrizarán con fuerza los árabes de IPIC (fondo estatal de Emiratos Árabes) y acompañarán a los galos de Total como referentes accionariales.
En resumen, Endesa a Italia y Cepsa a EAU y Francia. Tras estas 2 pérdidas habrá que fortalecer posiciones en torno a Iberdrola y Repsol, para evitar un auténtico descalabro energético. Y no puedo dejar de recordar que Zapatero reiteró hace 2 días que se opone a la energía nuclear. No sólo vende nuestros recursos a empresas extranjeras, sino que nos veremos avocados a comprar energía nuclear más allá de los Pirineos.
Yo, sinceramente, no creo que pase nada porque una empresa esté controlada por capital que no sea español. En un mundo donde los mercados financieros son cada vez más globales, dentro de poco será complejo saber qué es de cada uno.
Hacia lo que se debe ir es a un mapa europeo de la energía donde exista verdadera libertad y donde se dejen a un lado los eufemismos como "sector estratégico", que sólo ocultan un ansia proteccionista y de control de determinados recursos.
Hay que caminar hacia la eficiencia energética, no hacia el terruño energético. Y, por supuesto, para ello son indispensables las centrales nucleares que ZP rehuye.
Saludos.
No es tan terrible que una empresa de los denominados sectores estratégicos esté controlada por capital extranjero, pero resulta curioso que sólo seamos nosotros los que aceptemos el libre mercado y no protejamos lo nuestro, como hacen países vecinos como Francia, sin duda el más proteccionista. Por otra parte tampoco se puede explicar que el Gobierno de otro país participe de una empresa energética española, por ejemplo. Y no hablo sólo del caso de Enel, sino también del interés que tenía EDF en Unión Fenosa.
Por supuesto, las reglas deben ser iguales para todos. A mí no me parece bien que el Gobierno intercede en favor de una empresa y en perjuicio de otra. Y, ni mucho menos estoy de acuerdo en que una empresa pública de otro país controle una empresa privada española.
Hay que incentivar la construcción de nuevas plantas energéticas para que, ni el usuario, ni las empresas, tengan que soportar enormes costes y precios de la compra de energía en el exterior.
Saludos.
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