El muy mejorable plan Garoña
Y tan mejorable, porque lo que presentó el vicepresidente Chaves la semana pasada no soluciona absolutamente nada, sobre todo si nos preocupamos de las 1000 familias que deberán reconvertirse en sabe Dios qué. El compendio de medidas apenas pasa de ser una mera declaración de intenciones y un panfleto político para que el PSOE permanezca en la alcaldía de Miranda de Ebro.
La mayoría de las medidas contempladas consisten en suplantar la central nuclear a base de adornar y dejar bonita la zona, lo cual es loable pero no contribuye a eliminar la incertidumbre sobre el futuro de ese millar de familias afectadas. Todo parece pivotar sobre el turismo, pero nadie en el Gobierno parece haberse dado cuenta de que el precioso Valle de Tobalina no es Benidorm y, por tanto, el efecto turismo de masa no se va a producir, de modo que esta opción no es viable para solucionar el problema del empleo en la zona.
Para más inri, varios de los proyectos estrella -dícese autovías, carreteras, autopista de peaje no deseada por los vecinos...- no son más que proyectos existentes cuyos plazos se adelantarán, o planes de dinamización turística donde es imprescindible la inversión de la Junta de Castilla y León, que no son precisamente quienes desmantelan el principal motor económica de la comarca. Y todo con el objetivo de perpetuarse en Miranda de Ebro donde su alcalde, del PSOE, ha acogido el plan Garoña con mucha alegría, pues la mayor parte del mismo se centra en esta localidad, colaborando en la ejecución de los proyectos prometidos en el programa electoral, aunque para el parque tecnológico de Bayas dediquen 1 exiguo millón de euros lo cual, digo yo, no dará para mucho.
Lo único interesante, exceptuando el acondicionamiento del valle y su potenciación como destino turístico paisajístico, son el parador de turismo -que podría recaer en Oña, localidad también gobernada por el PSOE- y centro de I+D de procesos de desmantelamiento con supuesta vocación europea. Pero viendo cómo ha funcionado este Gobierno, de lo dicho a lo hecho habrá un trecho.
La mayoría de las medidas contempladas consisten en suplantar la central nuclear a base de adornar y dejar bonita la zona, lo cual es loable pero no contribuye a eliminar la incertidumbre sobre el futuro de ese millar de familias afectadas. Todo parece pivotar sobre el turismo, pero nadie en el Gobierno parece haberse dado cuenta de que el precioso Valle de Tobalina no es Benidorm y, por tanto, el efecto turismo de masa no se va a producir, de modo que esta opción no es viable para solucionar el problema del empleo en la zona.
Para más inri, varios de los proyectos estrella -dícese autovías, carreteras, autopista de peaje no deseada por los vecinos...- no son más que proyectos existentes cuyos plazos se adelantarán, o planes de dinamización turística donde es imprescindible la inversión de la Junta de Castilla y León, que no son precisamente quienes desmantelan el principal motor económica de la comarca. Y todo con el objetivo de perpetuarse en Miranda de Ebro donde su alcalde, del PSOE, ha acogido el plan Garoña con mucha alegría, pues la mayor parte del mismo se centra en esta localidad, colaborando en la ejecución de los proyectos prometidos en el programa electoral, aunque para el parque tecnológico de Bayas dediquen 1 exiguo millón de euros lo cual, digo yo, no dará para mucho.
Lo único interesante, exceptuando el acondicionamiento del valle y su potenciación como destino turístico paisajístico, son el parador de turismo -que podría recaer en Oña, localidad también gobernada por el PSOE- y centro de I+D de procesos de desmantelamiento con supuesta vocación europea. Pero viendo cómo ha funcionado este Gobierno, de lo dicho a lo hecho habrá un trecho.
Golpes de efecto constantes, pero que no solucionan nada.
Ese es el criterio.
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