El Matiz

Increíble la resolución tomada por el Ministro Caamaño: se niega la posibilidad de objetar ante la realización de un aborto a los profesionales de la medicina. Esta decisión ataca frontalmente a los derechos de médicos y enfermeros, así como a su código deontológico español y europeo, por el cual se rigen en materia de moral clínica.

La objeción de conciencia existía ante la obligatoriedad de realizar el servicio militar, y a ello el PSOE no se oponía en absoluto, pues consideraban que cada uno era muy libre de estar contra las armas y no querer ser partícipe de ello ni adquirir ciertos conocimientos. Sin embargo en el tema del aborto, el cual no es moco de pavo y de ahí la controversia que surge cada vez que se saca a relucir el tema, el Gobierno de España, el del PSOE, ha tomado la decisión de impedir la objeción por parte de los profesionales sanitarios.

La objeción de un médico, por ejemplo, ante el asesinato de un feto es un derecho del médico, un derecho que nadie puede abolir si tiene un par de dedos de frente. Dejando aparte la moral, así como la fe que profese cada uno, es una norma que atenta directamente contra el más elemental código deontológico de los profesionales de la medicina. Los médicos y enfermeros son formados para salvar vidas, no para impedirlas. Quizás se trate de un vacío del propio código, pero ningún alumno entra en la facultad deseando practicar abortos, sino todo lo contrario. Incluso cuando salen de la misma mantienen la misma idea. Que un médico vaya contra el principio por el que se rige todo su ejercicio es antinatural, se mire por donde se mire.