Burgos fuera de la fusión de las cajas
Cuenta hoy El Confidencial que Caja España y Caja Duero se han reunido para hablar seriamente de su fusión con el apoyo de la Junta de Castilla y León y continuar la tendencia de fusión de cajas que se vive por toda España como resultado de la galopante crisis en la que estamos sumergidos. Nadie quiere esperar a ver un nuevo caso CCM y por ello la Junta se puso manos a la obra hace unos meses intentando crear una macrocaja castellano-leonesa integrando en ella a las 6 modestas cajas que campan por la región.
Los primeros pasos parecen ir bien encaminados y ya habrá tiempo para discutir sobre el nombre de la nueva sociedad y la ubicación de su sede, algo que tiene pinta de ser peliagudo, pues tanto León como Salamanca, sedes de Caja España y Caja Duero respectivamente, tienen intención de albergar la dirección fiscal de la nueva entidad de ahorros. Y entre medias surge Valladolid, sin caja propia, que ambiciona la nueva sede como remedio a los males que puedan surgir de la rivalidad entre leoneses y charros.
Esta fusión traería consigo el olvido de las cuatro restantes: Caja Segovia, Caja Ávila, Caja Círculo y Caja Burgos; las dos últimas de Burgos. Y es que en Burgos la gente, espoleada por grupos burgalesistas y el sentimiento antipucelano, se echó a la calle para detener la fusión o cualquier proceso de integración de activos financieros. El resultado es que, aunque Caja de Burgos parecía predispuesta a esta integración, nadie ha querido forzar más de la cuenta y enfadar más al ciudadano burgalés.
Ahora ambas cajas burgalesas están fuera y deberán seguir peleando por libre, pero el tiempo dirá si acertaron al escuchar la voz de la gente o se equivocaron rotundamente y al final puedan ser absorvidas por cualquier otra entidad de otra región. El otro día un amigo me comentaba, desde su perspectiva pucelana, que el problema de la envidia a Valladolid y la rivalidad existente entre todas las grandes ciudades de la Comunidad Autónoma con Valladolid se reducía a simple paletismo. Yo, más que paletismo, diría que se trata de provincianismo que surge en un contexto muy concreto en una Comunidad Autónoma con importantes diferencias históricas y con un centralismo tan intenso que ha hecho que la provincia más favorecida desde la constitución de Castilla y León haya sido, con un amplísimo margen de diferencia, Valladolid.
Esto quizás explique perfectamente la visión del burgalés (por poner un ejemplo, pero parece extrapolable a leoneses y salmantinos) que ve la fusión de las cajas como una maniobra para establecer el domicilio fiscal de la gran caja en Valladolid y perder la obra social y el compromiso con la provincia de la que hacen gala las dos cajas locales. El problema es que esta defensa a ultranza de lo propio contra lo ajeno va tan lejos que incluso hay quienes acusan a Caja de Burgos por su apertura a nuevos mercados y nuevas ciudades como Valladolid. Es por todo esto por lo que no me atrevo a aventurar si nuestra auto-exclusión de la fusión de las cajas será contraproducente o no.
Los primeros pasos parecen ir bien encaminados y ya habrá tiempo para discutir sobre el nombre de la nueva sociedad y la ubicación de su sede, algo que tiene pinta de ser peliagudo, pues tanto León como Salamanca, sedes de Caja España y Caja Duero respectivamente, tienen intención de albergar la dirección fiscal de la nueva entidad de ahorros. Y entre medias surge Valladolid, sin caja propia, que ambiciona la nueva sede como remedio a los males que puedan surgir de la rivalidad entre leoneses y charros.
Esta fusión traería consigo el olvido de las cuatro restantes: Caja Segovia, Caja Ávila, Caja Círculo y Caja Burgos; las dos últimas de Burgos. Y es que en Burgos la gente, espoleada por grupos burgalesistas y el sentimiento antipucelano, se echó a la calle para detener la fusión o cualquier proceso de integración de activos financieros. El resultado es que, aunque Caja de Burgos parecía predispuesta a esta integración, nadie ha querido forzar más de la cuenta y enfadar más al ciudadano burgalés.
Ahora ambas cajas burgalesas están fuera y deberán seguir peleando por libre, pero el tiempo dirá si acertaron al escuchar la voz de la gente o se equivocaron rotundamente y al final puedan ser absorvidas por cualquier otra entidad de otra región. El otro día un amigo me comentaba, desde su perspectiva pucelana, que el problema de la envidia a Valladolid y la rivalidad existente entre todas las grandes ciudades de la Comunidad Autónoma con Valladolid se reducía a simple paletismo. Yo, más que paletismo, diría que se trata de provincianismo que surge en un contexto muy concreto en una Comunidad Autónoma con importantes diferencias históricas y con un centralismo tan intenso que ha hecho que la provincia más favorecida desde la constitución de Castilla y León haya sido, con un amplísimo margen de diferencia, Valladolid.
Esto quizás explique perfectamente la visión del burgalés (por poner un ejemplo, pero parece extrapolable a leoneses y salmantinos) que ve la fusión de las cajas como una maniobra para establecer el domicilio fiscal de la gran caja en Valladolid y perder la obra social y el compromiso con la provincia de la que hacen gala las dos cajas locales. El problema es que esta defensa a ultranza de lo propio contra lo ajeno va tan lejos que incluso hay quienes acusan a Caja de Burgos por su apertura a nuevos mercados y nuevas ciudades como Valladolid. Es por todo esto por lo que no me atrevo a aventurar si nuestra auto-exclusión de la fusión de las cajas será contraproducente o no.
Creo amigo que estás confundido, el gran problema es que nadie quiere dejar de ser el que domine el cotarro, todos con buenas razones por cierto.
Caja de Burgos, Caja España son dos entidades que andan "jodidas" como casi todas, por eso el interés del ínclito Arribas de fusionarse a toda costa.
Caja Circulo en cambio prefiere fusionarse con la CAI (Aragón) y Caja Sur (Andalucía).
El tiempo dirá quien ha acertado
un saludo
Pues qué quieres que te diga, si se fusiona Caja Círculo con CajaSur o CAI no creo que Burgos gane demasiado. Yo preferiría una fusión de Caja Burgos y Caja Círculo y que después consiguieran unirse a Caja Segovia y Caja Ávila y después dar el salto a comunidades limítrofes con cajas más pequeñas como Caja Rioja y Caja Cantabria y así formar una caja castellana de buen tamaño radicada en Burgos. A la larga quizás pueda ser visto como reivindicar Castilla La Vieja en materia económica. Así CyL tendría 2 cajas medianamente fuertes fruto de las fusiones Caja España-Caja Duero y de la anteriormente comentada.
Un saludo
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