Las urnas votan por la opción española
El día D llegó, discurrió sin problemas significativos y deparó los resultados que muchos españoles querían. Obviamente habría preferido una victoria popular en Euskadi, pero las utopías las reservo para otro momento. El PP barre en Galicia, dando aire a Rajoy y credibilidad a Feijoo, y el PSOE obra el milagro de tener en sus manos la posibilidad de cambiar el rumbo de la política vasca.
El verdadero caballo de batalla para el PP se encontraba en tierras celtas, el feudo de Mariano. Su apuesta era casi total por Galicia y ha salido bien, si no espectacular, recuperando la Xunta y hasta permitiéndose el lujo de obtener un parlamentario más de los necesarios para la mayoría absoluta. El éxito es incontestable se mire por donde se mire y Feijoo ha logrado quitarse de encima el fantasma de Fraga y despojar al bipartito del Gobierno gallego.
Ahora "llega el momento" -lema de campaña- de que el PP revierta el acoso al que está sometido el castellano en Galicia, garantizando la libre elección del idioma y tratándolos por igual. Los cuatro sectarios años que sufrieron los gallegos por obra y gracia de unos socialistas vendidos a las exigencias, extravagantes y discriminatorias, del BNG han llegado hoy a su fin, imperando la lógica tal y como Génova deseaba.
Sin embargo, en tierras vascas se libraba una dura batalla en la que había varias posibilidades. Al final la opción española, por desgracia encarnada por el PSOE, es la que ha prevalecido. La sociedad vasca demuestra en las urnas estar harta del patético y anquilosado Gobierno nacionalista y tiende la mano al PSOE para que dé el esperado giro.
La pelota se encuentra ahora en el tejado socialista y la incógnita es si Patxi López decidirá gobernar en coalición con PP y UPD, como reclama la gran mayoría del país, o si pretenderá hacerlo en solitario recabando los apoyos de manera puntual según sea la propuesta a aprobar. Esta última opción, la que plantea replegarse ante las exigencias o chantajes de otras fuerzas políticas, supondría una pequeña victoria y un halo de esperanza dentro de la consumada derrota para el nacionalismo vasco. Por coherencia y respeto a los ciudadanos españoles el PSOE debería acceder a crear ese frente común que apuesta por la democracia sin complejos ni fisuras y así dar credibilidad a su propuesta y generar la confianza necesaria en la sociedad para afrontar el nuevo proyecto.
El verdadero caballo de batalla para el PP se encontraba en tierras celtas, el feudo de Mariano. Su apuesta era casi total por Galicia y ha salido bien, si no espectacular, recuperando la Xunta y hasta permitiéndose el lujo de obtener un parlamentario más de los necesarios para la mayoría absoluta. El éxito es incontestable se mire por donde se mire y Feijoo ha logrado quitarse de encima el fantasma de Fraga y despojar al bipartito del Gobierno gallego.
Ahora "llega el momento" -lema de campaña- de que el PP revierta el acoso al que está sometido el castellano en Galicia, garantizando la libre elección del idioma y tratándolos por igual. Los cuatro sectarios años que sufrieron los gallegos por obra y gracia de unos socialistas vendidos a las exigencias, extravagantes y discriminatorias, del BNG han llegado hoy a su fin, imperando la lógica tal y como Génova deseaba.
Sin embargo, en tierras vascas se libraba una dura batalla en la que había varias posibilidades. Al final la opción española, por desgracia encarnada por el PSOE, es la que ha prevalecido. La sociedad vasca demuestra en las urnas estar harta del patético y anquilosado Gobierno nacionalista y tiende la mano al PSOE para que dé el esperado giro.
La pelota se encuentra ahora en el tejado socialista y la incógnita es si Patxi López decidirá gobernar en coalición con PP y UPD, como reclama la gran mayoría del país, o si pretenderá hacerlo en solitario recabando los apoyos de manera puntual según sea la propuesta a aprobar. Esta última opción, la que plantea replegarse ante las exigencias o chantajes de otras fuerzas políticas, supondría una pequeña victoria y un halo de esperanza dentro de la consumada derrota para el nacionalismo vasco. Por coherencia y respeto a los ciudadanos españoles el PSOE debería acceder a crear ese frente común que apuesta por la democracia sin complejos ni fisuras y así dar credibilidad a su propuesta y generar la confianza necesaria en la sociedad para afrontar el nuevo proyecto.
A ver qué pasa en el País Vasco; yo lo veo difícil. En Galicia ahora hay que exigirle a Feijóo que rebaje esos impuestos y estimule la economía fomentando a los emprendedores y demás...
Me ha gustado el tono del blog pero no has hablado de lo que estos resultados significan:
Rajoy con la mayoría absoluta en Galicia se hace más fuerte y sigue dejando "de lado" los verdaderos problemas de este país ante los que tendría que estar haciendo una buena oposición. Y no hablemos del País Vasco pues aunque el Partido Popular ha superado con creces los sondeos, ha obtenido dos escaños menos que las anteriores elecciones. Y no nos podemos olvidar de felicitar al Partido Socialista por su gran progreso en esta comunidad.
La democracia una vez más es el significado de un posible cambio en un lugar donde la vida política para los defensores, simpatizantes y afiliados de unas ideas y de unos partidos políticos se hace muy difícil.
Un saludo.
Rebeca, que Rajoy se haga fuerte o, más bien, recupere algo de aliento no implica que deba dejar de hacer oposición a nivel nacional, aunque es cierto que no está siendo la mejor oposición posible. En el País Vasco creo que la gente de un modo u otro ha optado por la opción constitucionalista y esperan con ansia un frente común que albergue a PSOE, PP y UPD. Por ahí pasan las esperanzas de libertad en Euskadi. Quizás estas elecciones sean recordadas dentro de unos años como el verdadero principio del fin.
Un saludo
Muy bien analizado.
Yo soy escéptico, muy escéptico. No creo que ni Patxi Nadie ni Zapatero tengan la grandeza histórica que el momento requiere. Supongo que su ideal será entrar en el gobierno vasco, subordinados al PNV, como en 1986, y así garantizar el apoyo del PNV al gobierno de Zapatero hasta 2012, que falta le hace. La única vía de que Patxi fuera lehendakari sería un pacto con el PP y con UPD, pero esto -creo- es algo impensable.
Fernando, no eres el primero que ha pensado en la alianza PNV-PSE.... y miedo me da, porque los socialistas no creo que formen gobierno con UPyD, pero todo está por ver... PSE-EE ha perdido un escaño por 8 votos y aún queda el recuento de los que viven fuera...
La verdad es que sería una pena desaprovechar la oportunidad de poder gobernar, aun haciendolo en coalición con PSE-EE, y que no gobernase EAJ-PNV.
Espero también que la ambición no ciegue al PP llegando a gobernar con "carta blanca" para el PSE-EE.
La verdad es que ha sido un buen día para España. Espero que a Patxi no le de por tontear con el PNV y que Feijóo aproveche bien la oportunidad. Yo tengo mucha confianza en él y sus primeras decisiones me han gustado. Ojalá el ritmo no pare hasta mandar al paro a Pepiño y ZP...
Saludos¡¡¡
Después de los malos resultados electorales, las primeras palabras de análisis de Basagoiti incluían "mentiras" y "engaños" refiriéndose al PSE... cómo se puede gobernar con un "socio" y "amigo" así?
Burggales, me alegro de tu visita. Desconozco esas palabras de Basagoiti, pero me extraña mucho que haya dicho eso así. De todas formas creo mucho más razonable que el PSE se apoye en el PP que en el PNV, sobre todo si se quiere ser coherente con lo que en teoría defienden y pretenden dar una esperanza a la sociedad vasca.
Ramón... fué en su primera intervención pública el dia de las elecciones mismo... y luego lo ha vuelto a repetir... ;-D
Me gusta tu tono dialogante... no suele ser habitual... :-D
Saludos
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