Cayó el líder de la izquierda italiana
Walter Veltroni dijo ayer adiós a la presidencia del Partido Democrático italiano (PD), poniendo punto y final a su andadura al frente de semejante conglomerado en su vano intento por lograr el poder nacional. La decisión se ha precipitado por culpa de la derrota de su partido en Cerdeña y, ni siquiera, las salidas de pata de banco del Primer Ministro, el sempiterno Silvio Berlusconi, le han podido salvar de una quema tan temprana.
Hará poco más de un año Veltroni dejaba su cómodo sillón de Alcalde de Roma para lanzarse al ruedo de la política nacional a gran escala al frente de un "ejército" de partido de centro-izquierda fusionados en uno bajo las siglas PD, algo que entre los adolescentes pareció causar cierta gracia por corresponderse a las iniciales del exabrupto "Porco Dio". Básicamente como si en España surgiera un partido denominado HP; y en la analogía no hay impresoras que valgan.
Su partido-conglomerado nunca fue bien visto por la izquierda clásica y tradicional, acusándoles de carencia de ideas propias y de haber juntado en un mismo partido a defensores del socialismo, a liberales, a socialdemócratas... mientras la derecha de Berlusconi se refundaba bajo el nombre de "Il Popolo della Libertà". La idea de Veltroni y sus seguidores consistía en crear una gran coalición de centro-izquierda que aglutinara el voto contrario a Berlusconi, pero la triste gestión de Romano Prodi no ayudó en nada a su objetivo.
La derrota no fue abultada pero su liderazgo comenzó a ser cuestionado, decidiendo finalmente apartarse. Es esto lo que me evoca la situación de Rajoy en España. Las similitudes son importantes: conglomerado ideológico, líder cuestionado, derrota electoral... Incluso ambos dan la sensación de ser personas moderadas y de trato afable y humano. Quizás el futuro de Mariano no sea muy distinto del de Walter y sean otras elecciones regionales, Euskadi y Galicia en vez de Cerdeña, las que ejerzan de verdugos.
Hará poco más de un año Veltroni dejaba su cómodo sillón de Alcalde de Roma para lanzarse al ruedo de la política nacional a gran escala al frente de un "ejército" de partido de centro-izquierda fusionados en uno bajo las siglas PD, algo que entre los adolescentes pareció causar cierta gracia por corresponderse a las iniciales del exabrupto "Porco Dio". Básicamente como si en España surgiera un partido denominado HP; y en la analogía no hay impresoras que valgan.
Su partido-conglomerado nunca fue bien visto por la izquierda clásica y tradicional, acusándoles de carencia de ideas propias y de haber juntado en un mismo partido a defensores del socialismo, a liberales, a socialdemócratas... mientras la derecha de Berlusconi se refundaba bajo el nombre de "Il Popolo della Libertà". La idea de Veltroni y sus seguidores consistía en crear una gran coalición de centro-izquierda que aglutinara el voto contrario a Berlusconi, pero la triste gestión de Romano Prodi no ayudó en nada a su objetivo.
La derrota no fue abultada pero su liderazgo comenzó a ser cuestionado, decidiendo finalmente apartarse. Es esto lo que me evoca la situación de Rajoy en España. Las similitudes son importantes: conglomerado ideológico, líder cuestionado, derrota electoral... Incluso ambos dan la sensación de ser personas moderadas y de trato afable y humano. Quizás el futuro de Mariano no sea muy distinto del de Walter y sean otras elecciones regionales, Euskadi y Galicia en vez de Cerdeña, las que ejerzan de verdugos.
Bueno, ya tenemos el PeNeUve, que vaya Ppor Dios...
Se veía venir, después de lo de Prodi.
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