Una farsa de deporte
El ciclismo sigue en entredicho a pesar de los esfuerzos de diversos organismos y, en especial, del Tour de Francia. De momento son 3 los que han sido expulsados, después detenidos y finalmente imputados por dopaje con EPO y casualidad o no, pero 2 eran españoles y el otro corría para un equipo español. Alfredo Relaño, director de As, intentaba consolarse tras el positivo de Beltrán diciendo que el problema de Manolo es que pertenecía a una generación donde todo el mundo iba dopado. Por desgracia a los pocos días tuvo que rectificar con la detención y confesión de Moisés Dueñas, un joven castellano-leonés de 26 años, y la expulsión de la revelación del Tour, Riccardo Riccò, quien se había erigido en la gran esperanza de futuro transalpina. De hecho lo comparaban con Pantani; y es que qué peligrosas son las comparaciones...
El verdadero problema de toda esta historia es que un deporte tan bello como el ciclismo queda totalmente desacreditado y nadie garantiza que quien suba a lo más alto del podio en París no sea descalificado días después aumentando el escándalo. Los más grandes han ido cayendo los últimos años: Heras, Pantani, Basso, Ullrich... así como figuras emergentes que de la noche a la mañana se convertían en grandes corredores capaces de atacar todos los días en alta montaña como Santi Pérez, Rumsas, Vinokourov, Kasechkin...
No suena bonito pero no me extrañaría que un día nos despertáramos con la triste noticia de un positivo de Valverde o Contador. Lo que está claro es que a pesar de los rigurosísimos controles y la gran cantidad de ciclistas punteros que son cazados, los recorridos siguen siendo igual de exigentes que antaño y las velocidades medias no decrecen. Solución: todo el mundo va dopado. Y quien no se dopa no destaca... Echemos sólo un vistazo al atletismo y veremos que hay muchísimas marcas a las que los actuales velocistas no se aproximan y todos esos récords datan de la época del doping abusivo con EEUU, Alemania comunista y URSS a la cabeza.
En el fútbol sí que debe haber dopaje por los cuatro costados...mucho vicio. Que alguien haga controles en los vestuarios y ya veremos como sí.
Pues si hicieran control antidoping a los políticos...
Es cierto que los controles antidoping en el ciclismo son los más exhaustivos de todos pero no creo que en deportes de equipo como el fútbol haya tanto dopaje, ni por asomo. El objetivo del dopaje es mejorar marcas o en el caso del ciclismo ser capaz de aguantar ritmos brutales y tener fuerzas incluso para atacar a los mejores. En el fútbol aumentar un 5% tu condición física no es tan determinante, pues dependes de tus compañeros, de tu calidad...
Los políticos no tienen necesidad de tomar EPO ni de hacerse transfusiones de sangre homóloga. creo yo...
un saludo a ambos
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