El Matiz

La semana pasada el PSOE de Burgos presentó una propuesta de Ordenanza municipal para utilizar la vía pública. Consiste en primar a los peatones sobre el resto de medios de transporte y a continuación a los ciclistas, lo que de algún modo podría conllevar una cierta reducción en el uso del coche. En líneas generales se trata de una propuesta con mucha lógica y en la que no se plantean cuestiones demasiado novedosas aunque sí que hay algunas que conviene remarcar. De todas formas se trata de plasmar por escrito cosas de sentido común.

En el 2º punto de los 15 en los que consiste esta propuesta nos encontramos la siguiente perla: "Los peatones podrán atravesar la calzada y las vías ciclistas, fuera de las zonas señalizadas, cerciorándose de que pueden hacerlo sin riesgo ni entorpecimiento indebido". No pienso ser hipócrita, pues todos aprovechamos a cruzar calles por donde no corresponde con la intención de ahorrar algo de tiempo, pero una cosa es hacerlo y pasarlo por alto y otra incitarlo y fomentarlo, pues el verdadero riesgo de esta iniciativa reside en la percepción personal de cada individuo de cuál es la distancia que determina que cruzar la calzada se pueda hacer con seguridad o no.

Todos conocemos gente intrépida que no duda en lanzarse al asfalto y jugarse el pescuezo por ganar 10 segundos al tiempo, pero no podemos permitir que esas actitudes incívicas queden legitimadas por una Ordenanza, pues cada uno aplicará su propio criterio para excusar su actitud. De modo que si esta posibilidad de cruzar por donde nos plazca llega a oídos de la gente no será extraño que se incremente el número de atropellos en el área urbana. Sabemos cómo somos y es mejor que no nos ofrezcan la mano si no quieren que les tomemos todo el brazo.

Y ante la curiosa creencia del señor Olivares, portavoz del grupo socialista, de que "el equipo de Gobierno ha hecho una apuesta clara por el uso del automóvil" me concedo la licencia de recordarle el ambicioso plan de peatonalización del casco histórico, lo que representa la apuesta más clara, hasta hoy día, hecha por cualquier equipo de Gobierno de la ciudad para los peatones, dotándoles a éstos de vías amplias y perfectamente acondicionadas, además de adornadas y con vistas de interés artístico o paisajístico, para su exclusivo disfrute. De cuando no recuerdo estas iniciativas es en su época como Alcalde.