Arranca la bola de nieve
Esto no va por el temporal de nieve desatado por Castilla y León (que falta hacían las precipitaciones) sino por la recesión económica. Esa que dentro de un contexto mundial nos está sacudiendo y por desgracia dependemos demasiado del ladrillo. De hecho las grandes constructoras llevan tiempo invirtiendo en otros campos, como los ejemplos de ACS , centrado en la energía por medio de Unión Fenosa e Iberdrola, Acciona con su entrada en Endesa orquestada por el Gobierno, o Ferrovial con su división de handling aeroportuario.
También Sacyr-Vallehermoso ha apostado por Repsol pero sin embargo puede ser una de las primeras en naufragar. Ayer perdió otro 5% en bolsa y bajó a valores del 2005, y todo debido a un rumor, lo que deja a las claras lo susceptible que está el mercado sobre la situación inmobiliaria. Además Sacyr arrastra una deuda gigantesca que es su gran talón de aquiles.
Pero el panorama del ladrillo empieza a sacar a relucir nombres de grandes compañías en apuros como Detinsa, Hábitat (salvada in extremis por La Caixa), Aisa -arrojando un balance de pérdidas alarmante- y por supuesto Colonial. La empresa presidida por Luis Portillo hace aguas un día sí y al otro también. Su valor está bajo mínimos, totalmente desplomado, no vale nada. Ayer incluso suspendió su cotización la CNMV durante un rato ante las informaciones que había sobre la OPA lanzada desde Dubai. Una oferta pésima rechazada por los principales accionistas de Colonial, lo que dejó otra vez tambaleando el valor de sus acciones. Resultado: ahora Colonial y Sacyr se encuentran en una situación peligrosa con posible suspensión de pagos. El mercado inmobiliario está muy inestable.
Y para colmo el paro vuelve a aumentar hasta niveles que Zapatero no ha conocido en su legislatura y demuestra el momento actual de recesión económica. El Presidente tuvo suerte que los datos salieron después del debate y no tuvo que hacer frente a eso delante de más de 10 millones de españoles, pero ahora deberá afrontar este creciente problema con medidas concretas, eficientes y consensuadas con la oposición. Aunque espero que esto sea tarea de Mariano Rajoy a partir del lunes.
Cuando reviente el muro de contención --con fecha de caducidad 9-M--, ya veremos hasta donde llega la riada y todo lo que arrastra consigo.
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