Victorias balsámicas
La última jornada de la Liga española nos ha dejado un par de victorias que merecen la pena comentar. En primer lugar la del Real Madrid, que saltaba al campo al compás de los pitos de su propia afición, todavía avergonzada por la debacle de Alcorcón, y que veía cómo una rigurosa expulsión le ponía la situación más difícil todavía. Ahora bien, el Madrid tiró de casta, algo que lleva años haciendo de manera intermitente, y logró reconciliarse con sus aficionados a base de ocasiones de gol, acertando Higuaín en dos de ellas.
Pero si balsámica fue la victoria, no lo fue menos el empate in-extremis en el Reyno de Navarra, volviéndose a apretar la clasificación por la parte de arriba, mediando sólo un punto entre Barça y Real Madrid. Esto demuestra que la crisis en la Casa Blanca no es más que algo relativo, pero con ello deberá aprender a convivir Manuel Pellegrini. Una derrota en Champions, un empate liguero y una soberana paliza en Copa han servido para que la siempre inestable tranquilidad merengue saltara por los aires. De ahora en adelante, al ingeniero sólo le queda echar a correr sin mirar atrás y rezar para acertar en los momentos clave.
La otra victoria que quiero comentar es la goleada del Villarreal al Tenerife. Es la segunda victoria consecutiva del equipo de Valverde y parece que, al fin, va cogiéndole el tino al campeonato. Las bajas (Ibagaza, Cazorla, Senna...) no están ayudando, pero el método del Txingurri amenaza con dar sus primeros frutos y devolver al submarino amarillo a puestos de Europa, lugar que le corresponde por plantilla y staff técnico. También me habría gustado dedicar un par de líneas a la victoria del Atlético, pero ésta no ha llegado. Al menos en esta ocasión pueden culpar a la mala suerte de estrellar tres balones en el poste. No lo tiene fácil Quique.
Pero si balsámica fue la victoria, no lo fue menos el empate in-extremis en el Reyno de Navarra, volviéndose a apretar la clasificación por la parte de arriba, mediando sólo un punto entre Barça y Real Madrid. Esto demuestra que la crisis en la Casa Blanca no es más que algo relativo, pero con ello deberá aprender a convivir Manuel Pellegrini. Una derrota en Champions, un empate liguero y una soberana paliza en Copa han servido para que la siempre inestable tranquilidad merengue saltara por los aires. De ahora en adelante, al ingeniero sólo le queda echar a correr sin mirar atrás y rezar para acertar en los momentos clave.
La otra victoria que quiero comentar es la goleada del Villarreal al Tenerife. Es la segunda victoria consecutiva del equipo de Valverde y parece que, al fin, va cogiéndole el tino al campeonato. Las bajas (Ibagaza, Cazorla, Senna...) no están ayudando, pero el método del Txingurri amenaza con dar sus primeros frutos y devolver al submarino amarillo a puestos de Europa, lugar que le corresponde por plantilla y staff técnico. También me habría gustado dedicar un par de líneas a la victoria del Atlético, pero ésta no ha llegado. Al menos en esta ocasión pueden culpar a la mala suerte de estrellar tres balones en el poste. No lo tiene fácil Quique.
Hola, Ramón. Sin ser de ninguno de los dos equipos, me alegré mucho por las dos victorias: de la del Real, porque no hay derecho a que esté en crisis cuando llevamos tan poca Liga, y de la del Villarreal, porque no puede ser que en pocos meses pases de ser el 5º a tener que pelear para evitar el descenso.
Claro, nunca se puede tener todo: me dio pena que perdiera el Atlético de Madrid, con Quique Flores estrenando banquillo, a ver si a partir de ahora remontan; me dio pena que empatara mi equipo, el Depor, que lo tenía difícil con el Sporting; me dio pena, en fin, que ganara el Mallorca y volviera a ponerse delante de mi equipo, a ver si la semana que viene le destroza el Barça.
No sé a que viene que los medios se apresuren a decir que el RM está en crisis..¿A un punto del lider de la liga en la octava jornada es estar en crisis?..
Por lo menos, antes de dar la voz de alarma que esperen a diciembre, digo yo.
Saludos.
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