TVE, una tras otra
No parece que las cosas marchen muy bien en el seno de TVE. El ente público, inmerso en un trascendental cambio de su financiación, comienza a cometer errores, uno tras otro, que pueden acarrear ciertas consecuencias. Una de ellas es el despido del director de deportes de TVE, lo que no es moco de pavo.
Su finiquito se debe al escándalo que se montó tras censurar la retransmisión del himno de España anterior al comienzo de la final de la Copa del Rey. TVE, o el Ejecutivo socialista, no estaban por la labor de cargar de razones a aquellos que entonan con motivo el “España se rompe”. La solución pasó por conectar con Bilbao y Barcelona instantes antes del pitido inicial y eludir el mal trago. La pitada fue monumental y chabacana, poniendo en evidencia a nuestro país de chirigota y a nuestros dirigentes maquilladores de la realidad.
España no debería aguantar semejante insulto, al igual que el Rey, como representante del Estado, tampoco debería padecerlo. Pero por si al monarca le pareció poco la pitada, posteriormente llegó Puyol que, cual tipo que acaba de bajar de las montañas leridanas, se saltó el protocolo alzándose por encima de los ocupantes del palco, ante las miradas incrédulas de éstos.
Pero en TVE le han cogido gusto al diferido, alegando problemas técnicos para caer siempre de pie, y ayer emitieron con una hora de retraso la gala de la semifinal de Eurovisión, lo que atenta contra las reglas del certamen que exige riguroso directo para los países participantes, que además gozan de la posibilidad de votar a través de las llamadas telefónicas del público. Obviamente, nadie pudo votar ayer, más allá de un jurado conformado para la ocasión. ¿Las consecuencias? Que España puede ser sancionada impidiendo que Soraya cante en la final del sábado si TVE no justifica sus fallos técnicos. Una inocente, Soraya, y un par de millones de espectadores españoles también inocentes que se lo deben al encargado de programación en TVE .
Y, aunque no viene al caso, me sorprende el nombramiento del nuevo Secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, un reconocido liberal llamado para sacar adelante el país. El tipo es partidario de una reforma laboral, pedida por PP y CiU y de lo que hablé el otro día, y tira por tierra la teoría tan defendida por Zapatero de que los culpables de la crisis eran los liberales, a quienes no quería ver ni en pintura, pues parece que los quería para su propio equipo. Si le hacen caso quizás, sólo quizás, sean capaces de remontar la situación con criterio y sin promesas engañabobos.
Cierto, lo del secretario nuevo es sorprendente. A ver si cumple...
Nada, yo sigo apostando por la no intervención del Estado en los medios de comunicación. ¡RTVE privatización!
Estoy con Andrés.
Estoy con vosotros. Hay que privatizar RTVE. Sólo tendría sentido que fuera pública si ofreciera un servicio de verdadera calidad, pero eso repercutiría seriamente en las arcas del Estado. Eso sí, que se privatice cuando vuelva el PP que ZP ya tiene suficientes canales amigos.
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