El Gobierno paciente
Más paciencia que El paciente inglés tiene nuestro Gobierno de chirigota. Tan pronto como Miguel Sebastián se pone serio y amenaza a los bancos, sale José Blanco a arreglar el entuerto y aseverar que la paciencia de nuestro Gobierno es ilimitada, porque lo contrario no es de progresistas. ¡Pues qué bien! Si nos tomaban por el pito de un sereno ahora les hemos dado mil motivos más para tensar la cuerda todo lo que quieran. Y aquí no hablo sólo de banqueros, pues puede extrapolarse a muchos otros ámbitos.
Muchos se congratularán por esta declaración de intenciones del PSOE, pues sus sueños están más cerca de hacerse realidad. El Gobierno demuestra su paciencia en el día a día en el terreno político. Por eso admiten cualquier salida de tono que llegue desde Cataluña, pues su ilimitada paciencia les sirve para desconectar del tema, cruzarse de brazos y esperar acontecimientos. Más o menos como con el paro.
Dentro de no mucho recomendarán paciencia a los más de 3.200.000 parados. Les exigirán ser tan optimistas y calmados como su Gobierno, a riesgo de ser tachados de antipatriotas. Y es que si la envidia es el pecado nacional, la paciencia tiene todas las papeletas para convertirse en la actitud pragmática de los españoles. Sólo sentarse y no ponerse nervioso y, en caso de que las cosas se tuerzan, buscar culpables en otras latitudes.
Muchos se congratularán por esta declaración de intenciones del PSOE, pues sus sueños están más cerca de hacerse realidad. El Gobierno demuestra su paciencia en el día a día en el terreno político. Por eso admiten cualquier salida de tono que llegue desde Cataluña, pues su ilimitada paciencia les sirve para desconectar del tema, cruzarse de brazos y esperar acontecimientos. Más o menos como con el paro.
Dentro de no mucho recomendarán paciencia a los más de 3.200.000 parados. Les exigirán ser tan optimistas y calmados como su Gobierno, a riesgo de ser tachados de antipatriotas. Y es que si la envidia es el pecado nacional, la paciencia tiene todas las papeletas para convertirse en la actitud pragmática de los españoles. Sólo sentarse y no ponerse nervioso y, en caso de que las cosas se tuerzan, buscar culpables en otras latitudes.
Todo es un juego tosco, tienen éxito porque la nación es analfabeta y maleable, unos juegan a ser muy rojos, los otros muy moderados, así cada espectador puede elegir el actor que quiere, en el tablero de los bancos, en el tablero de la Iglesia, en el tablero de los naiconalismos, en el tablero de la ETA, siempre hay un juego siniestro.
La única verdad es que el país se hunde y que en un año hemos pasado del superávit al 6% del PIB de déficit, lo que es una locura.
Que Gobierno más chungo y que vergüenza de Ministro 'flipao', daba pena verlo en plan perdonavidas...
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