Los golpistas
Ya vuelven a acusar a los españolas de golpistas, de estar a la sombra de la toma del poder por la fuerza. En este caso en Guinea Ecuatorial, dicho por un mercenario (credibilidad infinita para este especimen) quien confirma las acusaciones de un hombre de "negocios" que habita en Inglaterra, ya que parece que los verdaderos involucrados son todos de Gran Bretaña. Pero les encanta echar balones fuera.
Claro que éste no es el primer caso en que un imbécil interesado nos incrimina de algo tan grave, pues nuestro querido Hugo Chávez fue un alumno aventajado en estas malas artes. Por suerte en España no hacemos ni caso a estas insinuaciones que tienen tanto valor como quienes las profieren en nuestra contra. Pero uno empieza a cansarse que se pueda intentar manchar el nombre de España con tanta impunidad. Y por eso me pregunto si en todo esto influye la escasa relevancia en política internacional del que ahora goza España. Quizás pueda ser un motivo para que uno se aventure a acusarnos de algo tan grave si sabe que las represalias serán mínimas.
Sin embargo más me duelen otras acusaciones de golpismo que vienen de dentro de nuestras fronteras. Éstas son las que más detesto, las que ponen en entredicho nuestra democracia y a nuestro vecinos, aquellos con los que convivimos. Suena extraño que en el siglo XXI haya todavía gente que defienda teorías de conspiración y golpismo como fórmula para alcanzar el poder. Quizás sea un iluso y viva en un mundo apartado de la realidad o quizás sea demócrata y esta conjunción de ideales me impida ver más allá, pero lo prefiero. Hay cosas de las que no puedo dudar.
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