"2 febrero 2007"
El Apocalypto de ZP
La verdad es que el título puede ser un tanto duro, aunque espero que no premonitorio (no deseo el mal a nadie), pero es cierto que hace unos días fui al cine para desconectar tras un duro examen y aposté sobre seguro: Mel Gibson y su particular visión de los últimos días del mundo maya. No me defraudó, era imposible con esa calidad visual y brillantez técnica apoyada en la sólida dirección del realizador australiano, pero me dio qué pensar. Y mucho.
De hecho, me obligó a lanzarme al abismo de escribir este blog (ya veremos la periodicidad con que publico) y es que el film nos presenta 2 mundos o pequeñas civilizaciones. Prometo no desvelar nada que los críticos de cine no hayan hecho ya, así que podréis seguir leyendo sin miedo a que os destroce la peli (a ese tipo de gente los odio..). Como decía, Mel nos muestra una gran civilización que ostenta el poder despóticamente ?vamos, lo típico de la época- que será la que oprima a los débiles y dé al traste con tan maravillosa cultura. En el otro lado tenemos unos aldeanos felices que creen en la justicia, dan el correcto valor a las cosas y pretenden vivir en paz y sin más complicaciones que las que la vida misma trae de por sí.
No sé si os sonará esta situación, no tan extremista, claro. Pero yo me sentí identificado con esos aldeanos que bien podrían ser las actuales “víctimas” españolas que ha generado el actual Gobierno de la nación. Víctimas como todos aquellos que habitamos comunidades en las que nuestros representantes democráticamente elegidos no tienen posibilidad de pactar con el Gobierno, y por ello somos perjudicados a costa de que otros (generalmente los poderosos y los “gallitos” que usan la independencia como arma económica) sean más beneficiados; o víctimas como las del terrorismo, doblemente víctimas, pues a la tragedia evidente se les une la incomprensión y falta de solidaridad de los gobernantes del Estado, alcanzando el símil propuesto un parecido escalofriante y descorazonador.
Poder, podría hablar largo y tendido sobre este hecho triste y socialmente denunciable, pero me costaría no hacer leña del árbol (dígase Zapatero y su equipo) caído, pues su pésima gestión y la preocupante desvertebración de la sociedad parecen augurar un futuro poco prometedor para el Ejecutivo. ¿Significará quizás el “Apocalypto” de ZP? Por lo menos si lo dirigiera Mel Gibson sería espectacular e impactante, aunque un tanto visceral.
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