Punto y... ¿seguido?
Echo el cierre. Sí. Quizás no será definitivo (esto casi puedo asegurarlo), pero dejará de funcionar como hasta ahora, cuando por lo menos me obligaba a escribir algo semanal. Esa carga, que antes me parecía insignificante, ahora se me antoja bastante pesada y es por ello que he decidido lo que llevaba semanas rumiando. Se acercan exámenes, viene el verano...en definitiva, creo haber escogido una buena fecha para este nuevo rumbo.
Nuevo rumbo porque de ahora en adelante hablaré más de mis hobbies, de cine y de deporte, y menos de política -mi otra gran pasión- o sociedad, que quizás era lo que más incitaba al debate. Han sido más de dos años y uno, al que le encanta escribir y decir en libertad lo que piensa, no puede dar un portazo a su blog así como así. De modo que me temo que será algo gradual, cuya primera piedra estoy poniendo en estos momentos.
A partir de ahora, cuando regrese a mi blog, lo haré sin avisar. Sin compromiso alguno, por simple diversión o por la necesidad de contar lo que me ronda la cabeza. ¿Que se acerquen las elecciones y me marque treinta artículos políticos? No lo descarto, pero ahora mismo lo veo improbable. Pero no puedo poner este punto y final, punto y seguido, punto y coma -ni yo me aclaro- sin contaros algo personal, porque precisamente lo personal lo he dejado bastante de lado durante este bienio.
No es que haya terminado esta infinita carrera, cosa que deseo con ganas y espero que llegue en muy breve plazo, sino un pequeño cambio en cuanto mi status político. Siempre fiel a los valores que definen a Nuevas Generaciones, y que también me definen a mí, he optado por dar un salto de provincia, de Burgos a Valladolid. La decisión, no sin sorpresa para muchos, se debe a que en Pucela hay un grupo de personas en las que confío y que me transmiten confianza recíproca, así como cercanía y unas terribles ganas de compartir un proyecto fundamentado en la libertad individual y de expresión -¿adónde iría yo sin eso?-. el respeto, la democracia y el compromiso. Y, por supuesto, el resto de valores que creo esenciales en un grupo humano.
Con este pequeño apunte personal, doy por finiquitada una época y aguardo a que comience otra de la que desconozco su rumbo. Sólo sé que en estos momentos prefiero huir de la escritura crítica y prefiero centrarme en la creativa, en dar forma a un par de relatos que tengo aparcados y lanzarme de lleno a la novela de la que llevo escritos dos míseros capítulos. Hasta luego.
Nuevo rumbo porque de ahora en adelante hablaré más de mis hobbies, de cine y de deporte, y menos de política -mi otra gran pasión- o sociedad, que quizás era lo que más incitaba al debate. Han sido más de dos años y uno, al que le encanta escribir y decir en libertad lo que piensa, no puede dar un portazo a su blog así como así. De modo que me temo que será algo gradual, cuya primera piedra estoy poniendo en estos momentos.
A partir de ahora, cuando regrese a mi blog, lo haré sin avisar. Sin compromiso alguno, por simple diversión o por la necesidad de contar lo que me ronda la cabeza. ¿Que se acerquen las elecciones y me marque treinta artículos políticos? No lo descarto, pero ahora mismo lo veo improbable. Pero no puedo poner este punto y final, punto y seguido, punto y coma -ni yo me aclaro- sin contaros algo personal, porque precisamente lo personal lo he dejado bastante de lado durante este bienio.
No es que haya terminado esta infinita carrera, cosa que deseo con ganas y espero que llegue en muy breve plazo, sino un pequeño cambio en cuanto mi status político. Siempre fiel a los valores que definen a Nuevas Generaciones, y que también me definen a mí, he optado por dar un salto de provincia, de Burgos a Valladolid. La decisión, no sin sorpresa para muchos, se debe a que en Pucela hay un grupo de personas en las que confío y que me transmiten confianza recíproca, así como cercanía y unas terribles ganas de compartir un proyecto fundamentado en la libertad individual y de expresión -¿adónde iría yo sin eso?-. el respeto, la democracia y el compromiso. Y, por supuesto, el resto de valores que creo esenciales en un grupo humano.
Con este pequeño apunte personal, doy por finiquitada una época y aguardo a que comience otra de la que desconozco su rumbo. Sólo sé que en estos momentos prefiero huir de la escritura crítica y prefiero centrarme en la creativa, en dar forma a un par de relatos que tengo aparcados y lanzarme de lleno a la novela de la que llevo escritos dos míseros capítulos. Hasta luego.