Vettel de principio a fin
El alemán se queda a un punto de revalidar su título de Campeón del Mundo.
Alonso, a pesar de una buena salida, termina cuarto, mermado por su inferioridad mecánica.
El Gran Premio de Singapur no tuvo más historia que la de un Sebastian Vettel muy superior que dominó la carrera desde la salida, para rematar la faena con una nueva victoria y acariciar un poco más un nuevo título de Campeón del Mundo. Ni siquiera un safety-car a mitad de carrera pudo con el teutón que acabó pidiendo la hora ante la aproximación de su mayor rival, el inglés Jenson Button, quien culminó un excelente fin de semana con un segundo puesto y como el único que matemáticamente aún alberga remotas posibilidades de desbancar a Vettel en la clasificación general.
Vettel y Button comenzaron su galopada en solitario en la misma salida. A sus espaldas se situó Fernando Alonso, tras otra excelente arrancada. Hamilton se enfrascó en una pelea con Mark Webber, saliendo perjudicado, perdiendo varios puestos. Al inglés no le quedó otra que remontar demostrando sus dotes como piloto. Suyos fueron los primeros regalos a la afición, con dos soberbios adelantamientos a los pilotos de Mercedes, Schumacher y Rosberg. No obstante, su ímpetu le jugó una mala pasada cuando golpeó por detrás a Felipe Massa, rompiendo su alerón delantero, lo que le obligó a parar en boxes una vuelta después. Peor parte se llevó el compañero de Alonso que tuvo que completar el giro completo hasta boxes con su rueda posterior derecha pinchada, arruinando todas sus opciones.
Escasos fueron los incidentes en este Gran Premio urbano, pero sí bastante notables para el devenir de la carrera. A mitad de la misma, el otrora "Kaiser" Michael Schumacher despegaba literalmente y se empotraba frontalmente contra las protecciones, tras llevarse por delante a Sergio Pérez, quien no sufrió daño alguno. Como consecuencia del accidente tuvo que entrar el safety-car, desapareciendo las diferencias entre los pilotos. Cuando se retiró el coche de seguridad se desató el caos de los pilotos doblados, intercalados entre los principales favoritos. El mayor perjudicado por esta situación fue Fernando Alonso, entorpecido por su compatriota Jaime Alguersuari, que tardó muchísimo en dejarle pasar. De ello se aprovechó un audaz Mark Webber, relegando al español a su definitiva cuarta plaza.
La lucha por el podio quedó conformada a partir de ese momento y el espectáculo se vivió por detrás, donde Hamilton, sobre todo, y Massa se esforzaban por recuperar posiciones y minimizar los daños del encontronazo de principio de carrera. Entre las actuaciones más destacadas se encontró la del novato Paul di Resta, que con su sexto puesto logra su mejor clasificación en carrera, así como unos puntos muy importantes para su escudería, Force India, de cara al Mundial de Constructores.